Yo soy todas las niñas, un drama basado en la realidad

Siniestra, cruda y real, Yo soy todas las niñas muestra una historia que se está viviendo a diario en todo el mundo. Las redes de tráfico infantil, en las que están implícitas terribles pederastas a los que el gobierno en el mundo no ataca directamente ¿Por qué?

Millones de niños desaparecidos en todo el mundo 

Increíblemente, según estadísticas de Missing Children Europe, en el mundo hay 22.000 niños desaparecidos cada día, es decir, un menor cada dos minutos, ocho millones de ellos cada año, y un 63% son niñas. 

Es una verdadera calamidad a la que los medios de comunicación y las instituciones no le prestan mucha atención, pero algunos gobiernos comienzan a dar importancia a estas estadísticas. En el Centro internacional para los niños desaparecidos y explotados ICMEC, ha comenzado a promover iniciativas en todos los países que, de una terrible forma, no consideran una prioridad la búsqueda de los niños y niñas desaparecidos, lo que es aprovechado por estos miembros de las redes de tratas de menores para prostituir a las niñas, un abominable negocio que está vigente en el mundo, un monstruo que está presente en todos los países. 

Una producción de Netflix, que se atreve a tocar el tema

Dirigida por Donovan Marsh, con la participación de Erica Wesseles, Deon Lotz, Hlubi Mboya, Brendon Daniels,y  Mothusi Magano, Yo soy todas las niñas  cuenta la historia de una implacable detective, que se alía con un asesino para lograr acabar con una poderosa red de tráfico infantil, que comercializa con niñas sudafricanas, que son vendidas a quienes puedan pagar por ellas, una y otra vez. 

Una película realmente impactante por su crudeza, y por tocar una realidad bastante terrible, que está presente en todos los países y sobre la que Netflix lanza esta campaña, Yo soy todas las niñas busca llamar la atención para que los gobiernos en todo el mundo, tomen medidas al respecto.